Si estás aquí es porque quieres conocer mi historia, de acuerdo, te la voy a contar.
Con casi 40 tenía más de lo que podía desear. Una familia fantástica, un trabajo estable y una casa en la que hornear ricas tartas. Aun así, sentía que algo me faltaba.
En 2020, la pandemia vino a darle un buen meneo a todo: el trabajo, la conciliación imposible, el estrés, el cansancio... Ni al cuento de la noche llegaba en condiciones.
Un día, mi cuerpo le dijo a mi mente: ¡basta! Así que decidí solicitar una excedencia en mi trabajo para cuidar de mi familia y de mí.
Poco antes de iniciarla, mientras volvía a casa en autobús tras una intensa jornada laboral, escuché a alguien que hablaba sobre vivir de escribir. ¡Que se podía vivir de escribir! Imagínate, casi me da algo allí mismo. Justo a mí me venía a decir eso. A mí, que amo las palabras en todas sus formas, olores e idiomas desde que era una enana.
Para alcanzar mi vida soñada solo tenía que inscribirme a un curso, tan sencillo. Pero el miedo a “no saber”, a “malgastar dinero”, a que no fuese más que un oasis en medio de mi desespero, me hizo descartar esa oportunidad. Lo que no sabía era que algo se había despertado (y reavivado) en mí.
Unos meses después, ya en excedencia y con mi mente clara, fue una mujer la que me trajo la posibilidad de vivir de la redacción, ¡qué pasadón! Esta vez no me negué. Las objeciones y miedos estaban erosionados, mi deseo de hacer y reinventarme no me cabían dentro. Y tras esto y otras cosas, por fin lo conseguí, ¡vivo de escribir!
Comunico Lo Que Quiero es el desenlace lógico de unir mi pasión por comunicar y mi deseo de ayudar a marcas que mejoran el mundo.
Mi experiencia como asesora (orientadora, hermana, formadora, mamá, etc.) me ha mostrado que la buena comunicación nos permite conocer a las personas, conectar y generar confianza. Este diálogo respetuoso y sincero favorece la reflexión, la toma de decisión y la acción.
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