Entonces, ¿por qué no empiezas cuanto antes?
Esa sería la pregunta que me gustaría hacer a las personas que conozco. A las que no conozco también, pero podría encontrar más rechazo imagino.
¿Por qué esta pregunta? Pues porque opino que no somos conscientes de todo lo que estamos perdiendo por no poner en el centro esta herramienta tan potente que tenemos. Esto no lo digo yo, es algo más que comprobado, la comunicación es uno de los procesos más significativos de nuestra especie.
Entonces, ¿por qué la mayoría elegimos no prestarle atención y seguir viviendo de manera tan limitada nuestra vida?
Volvamos a la idea de que somos seres humanos que nos relacionamos, y de que la interacción con otras personas es algo habitual en nuestro día a día. A nos ser que hablemos de personas que viven en retiros o en otras circunstancias que les alejan de la “sociedad”.
¿Y si esa interacción tuviese como base una comunicación eficiente y empática? Pues el resultado, el efecto sería muy probablemente más adaptativo, adecuado y positivo. Y es ese resultado, esa consecuencia de la comunicación lo que hace que tenga una relación directa con el bienestar, con la salud emocional. En definitiva la buena comunicación nos hace más felices. Y al contrario, la mala nos hace infelices.
Para mí esto que te cuento es muy evidente, me baso en libros pero sobre todo en la experiencia. En mi día a día observo de forma meticulosa las interacciones y también, como no puede ser de otro modo, evalúo mi comunicación de manera constante. Y puedo afirmar que a través de la observación hasta este momento todo son constataciones.
Ahora, te voy a pedir que hagas una reflexión a través de un ejercicio sencillo. No se trata de interpretar un cuento ni una parábola, aquí no vas a encontrar ese tipo de contenido.
Piensa en una persona que conozcas y que cumpla al menos 4-5 de estas características:
Son 10, ojalá hayas pensado en alguien que cumpla casi todas. Dirá mucho de ella pero también de ti. Si no has encontrado a alguna persona así cerca, tranquilidad, tal vez no sea el momento de hacer esta reflexión. Espera unos días y vuelve, lo verás todo distinto.
Lo segundo que te pido es que pienses cómo sería tu vida si las personas que te rodean cumpliesen al menos 4 de esas características en todos los casos. Piensa en tus colegas de profesión, vecinos, familiares y conocidas.
¿Tu día a día sería igual?, ¿cuál sería tu estado de ánimo al finalizar el día?, ¿conciliarias del mismo modo el sueño?
Y para terminar, llega la pregunta. ¿Cuántas personas a tu alrededor pensarían en ti si leyesen esto y decidieran hacer este ejercicio?
Quiero decirte que sería muy feliz de leer en comentarios qué te ha parecido este ejercicio, si te ha sido útil o eres más de cuentos. Me servirá para ir adaptando contenidos y hacer que saquemos más partido de esto.
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Te confieso algo antes de terminar, yo confío en que llegará el día en que seremos felices comunicantes ¿soy demasiado optimista?